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28 de enero de 2008

La seguridad marítima y los 400 euracos

Pues esto es lo que va a pasar, en el hundimiento del pesquero gallego cordero hace 2 semanas uno de los factores decisivos en el rescate de las potenciales víctimas fue el tiempo que tardó en despegar el helicóptero.
Por contrato son 10 mimnutos desde la recepción de la llamada de auxilio.
En la práctica el tiempo en desplegar el efectivo aereo fue 4 veces superior. La causa, el personal no estaba en la base, estaba en sus casas. Puede parecer que 40 minutos no es mucho, pero 40 minutos en salir de la base se pueden convertir en más de una hora de llegada a la zona del siniestro. Una hora de personas en el agua con olas de 10 metros puede significar la muerte.
El motivo de la demora, el de siempre, el cochino dinero, pero es que es dinero de nuestros impuestos, que se tiene que destinar a salvar vidas y no a pagar votos.
Los 400 euracos prometidos salen de esas vidas de marineros, de los que se despeñan en una carretera secuandaria no arreglada, de los que son asaltados en sus propias casas por falta de seguridad ciudadana, o de personas que pierden la vida por estar en lista de espera, o de personas a las que no se opera porque la demanda de los nuevos trabajadores de servicios sanitarios es mayor y más sagresiva que los usuarios tradicionales. Si alguien piensa que este párrafo tiene su base en el más mínimo resquicio de xenofobia está totalmete equivocado, que pregunten a profesionales de la sanidad pública cómo exigen operaciones para extirpar quistes sebáceos (que por supuesto en su país de origen se quedarían con ellos de por vida) o especialistas para realizar operaciones de fimosis sin que haya una clínica objetiva que lo motive salvo su creencia religiosa. Porque desde la sanidad pública y con nuestro dinero se ofende a las creencias de los católicos sin ningún tipo de cortapisa o pudor, pero si hay que dedicar un quirófano y horas de un especialista en realizar operaciones a varones musulmanes pues se hace. Total los que pagan el gasto y van a sufrir las consecuencias de la masificación "artificial" de la sanidad son católicos y creen quqe hay que poner la otra mejilla.
El dinero de los presupuestos tiene características similares a la energía en el sentido que "ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. En este caso sólo cambia de destino, si se destina a pagar votos no se destina a su verdadero fin que es mejorar la calidad de vida colectiva de una nación.

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