La contundencia

La vicepresidenta Dña Maria Teresa, la jueza que llegó a serlo sin haber opositado para ello y que nunca ha ejercido como tal, ha comentado (parece que el presidente Rodríguez tenía cosas más importantes que hacer que comunicarnos a los españoles los resultados de las conversaciones mantenidas con el jefe de la oposición, teniendo en cuenta que sumando los votos de ambos suman el 80,30% de los votos de las elecciones generales) que "Zapatero le ha recordado que la legalidad hace inviable la posibilidad de ilegalizar" a la franquicia de los asesinos. Para evitar que los ciudadanos no narcotizados por la propaganda cabilen de más, ha terciado que el jefe del Ejecutivo le ha asegurado a Rajoy que "actuará con la máxima contundencia en el caso de que ANV traspase la linea democrática".

Pero analicemos: si una persona como D. Mariano Rajoy, que ha demostrado que sus estudios de Derecho han dejado una impronta importante en su bagaje intelectual, dice que todavía hay tiempo para ilegalizar a la formación política representante de asesinos totalitarios, yo me lo creo. Que una persona como el presidente Rodríguez, que ha llegado a equiparar a su abuelo con las víctimas del terrorismo y permitido la conculcación de la Ley de Partidos de manera flagrante, diga que la legalidad hace inviable la ilegalización, pues ¡qué le vamos a hacer! no me lo creo.

Dicho esto, si yo fuera el señor Rajoy, a estas alturas habría llamado al señor Rodríguez para decirle que le acaban de servir en bandeja la posibilidad de mostrar cuál es la máxima contudencia a la que se refería. Y es que los miembros de ANV están tratando de cambiar el resultado de las urnas para revertir de facto la pseudoilegalización (teatro hecho para contentar a los ciudadanos que empezaban a despertar de la anestesia y empezaban a pensar un poco). En caso que lo que entienda el señor Rodríguez por máxima contundencia se entienda como máxima contumacia, en la formación que preside el señor Rajoy deberían volver a la crítica que al menos le asegura la lealtad de los ciudadanos no narcotizados.