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8 de febrero de 2007

Memoria HistÉrica (XLVIII): Fernández Bermejo



El Gobierno de González nombró a Eligio Hernández como Fiscal General del Estado. El Tribunal Supremo dictaminó que Eligio era ilegal. ¡Vaya, hombre!
Fue, en su juventud, un experto en lucha canaria y, durante su ilegal experiencia, experto en sumarios godóicos, paradoja canaria.

También fue un sectario a modo ( es que afuera hace frío, ya se sabe) y, por ello, nombró fiscal jefe de Madrid a Don Mariano Fernández Bermejo ¡¡contra el criterio de toda la Junta de Fiscales!!

Mariano «el izquierdista» -no confundir con el Mariano que suponemos bueno-, ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra y metió en la cárcel a Mariano Rubio, que, de repente, había perdido su aura, quedando su derechismo más ultramontano a la intemperie.

Era el año 1994, tiempos de dimisones varias. El ministro de agricultura (Albero), Solchaga, Corcuera, ¡Garzón!,... -pura Memoria Histórica-, pero Mariano, el de nuestra HistEria, y el gran Eligio negaban que su actuación, despojando a la gente guapa de su escudo protector, tuviera nada que ver con alguna maniobra distractora de la empanada de corrupción que se le venía encima al Partido. Lo decían así, según recogía El Mundo en su edición del 6 de mayo de 1994:

"(...)Tanto Hernández como el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, aseguraron que la orden de detención la dieron ayer tarde porque fue entonces cuando acabaron la querella y reunieron las últimas pruebas. «Y les aseguro -precisó el fiscal del Estado- que esta decisión se tomó mucho antes de la dimisión del ministro de Agricultura y que anoche (por el miércoles), cuando convoqué esta conferencia de prensa, yo no sabía que después daría otra el presidente del Gobierno» (...)"

Como muestra de la seguridad jurídica que rezuman las actuaciones de Bermejo, ojo a lo que contaba después el periódico:

"(...) el fiscal jefe de Madrid explicó que los hechos por los que acusan a los dos detenidos arrancan del año 1980, cuando Rubio trabajaba con una cartera de valores que llevaba el entonces agente de cambio y bolsa De la Concha. En 1984, cuando Mariano Rubio fue nombrado gobernador del Banco de España, crearon «una cuenta B opaca al fisco en la que, actuando a través de sociedades interpuestas, se consigue que exista un cúmulo de dinero B que presenta la suficiente magnitud como para plantearnos la existencia de un posible delito fiscal», explicó Fernández Bermejo.
Para ocultar ese «dinero negro», añadió, De la Concha hizo cosas muy graves de acuerdo con Rubio, «un cúmulo de falsedades gravísimas, que se castigan con penas de hasta veinte años de cárcel».
Bermejo no dio más detalles, porque han pedido que el caso sea declarado secreto. (...)"

Si el sumario era secreto y el señor Fernández Bermejo narraba todo eso ante más de cien periodistas, qué nos va a contar cuando no lo sea.

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