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4 de abril de 2007

El jet-lag y el estreñimiento

Aunque parezca que voy a hacer una composición poética postmoderna, no es así; no son esas mis aptitudes, así que no va por ahí mi escrito.

Es que supongo que las tonterías sin sentido que salieron por la boca de Doña Maria Teresa Fernández de la Vega (de la que he oído hoy por la radio que es jurista; que no, que es juez sí, pero no jurista, que llegó a juez por un decreto,al que bautizaron cuarto turno, que cocinaron en el ministerio de Belloch cuando ella era alto cargo del mismo, pero de eso a ser jurista hay un trecho) sobre la responsabilidad del PP sobre la ilegalización o no de una marca terrorista como es PCTV. Para variar, la culpa es de Acebes y Rajoy (como del desbordamiento del Ebro, el troceo de Endesa, los incendios en Galicia, las mareas negras en Algeciras, las oleadas de pateras y cayucos, la pérdida de ayudas europeas para la agricultura, las compras en Zara en Londres del presidente y el uso de la única patrullera para vigilar un buceo sin alteraciones de la mujer del mismo etc., podría seguir hasta que me doliesen los dedos de tanto teclear pero vamos a dejarlo aquí).
Pues siendo buena (estamos en Semana Santa y hay que ejercer la piedad con el prójimo, aunque no veo yo a esta mujer muy prójima, pero bueno) voy a pensar que el jet-jag y el exceso de arroz le han turbado las entendederas, porque le voy a recordar a esta paladín de la Memoria Histórica los siguientes hechos:
El que estuviera registrado como asociación (cultural, recreativa o de culto al deporte del levantamiento de troncos y troceado de piedras me da lo mismo lo que fuera) antes de las elecciones es ajeno al hecho de que, al querer presentarse a unas elecciones, se les deba aplicar la ley de Partidos. Cuando este hecho ocurrió, usted Doña Maria Teresa estaba en el gobierno (como recordó el miércoles pasado en el parlamento, llevan tres años en Moncloa y ustedes son los responsables de la política antiterrorista), la Fiscalía tuvo acceso al informe que preparado por la Policía y la Guardia Civil contenía un pila de hechos que permitían a la luz de la ley ilegalizar semejante enjendro (de partido, no me refiero a sus representantes...). Pero Cándido, ¡ay, Cándido!, dijo entonces, y desde entonces lo ha repetido más de una vez, que no ve indicios de ilegalidad.

Será que la lógica nunca fue una de sus habilidades y por eso sólo puede ilegalizar organizaciones que: a) lleven Batasuna en el nombre
b) las presenten personas imputadas por pertenencia a banda armada
c) el 35% de sus dirigentes pertenezcan a la banda asesina ETA.
En cambio si no llevan Batasuna en el nombre, las presenta una prima de una hermana de un encausado (pero ella no está encausada) y los dirigentes son miembros no controlados de la banda asesina, entonces es cuando no se ve indicio. Aunque en sus estatutos admitan la violencia para conseguir fines políticos, aunque hayan cedido su tiempo para que hable ETA-Batasuna en el tiempo que les corresponde a ellos, aunque no hayan condenado ninguno de los actos contra la libertad y contra la vida de las personas. Ahí ni Cándido ni la jurista por decreto ven indicio de ilegalidad.
Lo dicho o el jet-lag o el estreñimiento por la alimentación o alguna cosa pero que, pese a ser una mera opinión, no quiero ni mentar, que ya se ve como aplican la justicia estos personajes

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