EL COMENTARIO MACHISTA
Cuanto rechazo suscitó el comentario del portavoz del PP sobre la vestimenta de la vicepresidenta. Hasta el punto de que las parlamentarias del PSOE e IU acompañadas de Montilla salieron de sus sitios; no del hemiciclo porque los actores, incluso los de reparto, no abandonan la escena hasta que lo dice el director.
Durante el viaje reciente ¿de ayuda a las mujeres de África?, se ha repartido ayuda económica a ciertos países. Visto el periplo sería de esperar que se comprometiese que esta ayuda se destinara al desarrollo de la mujer en estos países, lo cual a todos nos parece bien.
El problema es la subordinación frente a los hombres, que comienza cuando se las mutila de tal forma que una vida sexual plena ya no es posible. Algo así debería encender las conciencias de todas las mujeres (es mi cuerpo-yo decido). La premio Nobel con la que se reunieron es una defensora de la ablación del clítoris ya que es parte de su tradición.
Este país, cuyo presidente de gobierno se declara feminista (acapara portadas, adormece a parte de la sociedad que prefiere no pensar en si sus hechos son feministas o no) defiende las ministras de cuota (seguimos sin pensar si tener ministras de cuota que sean las peores valoradas del gobierno es positivo) y el uso de las cuotas como discriminación positiva (como se define como positivo para que pararse a pensar en si lo es o no)
El pensamiento que defienda la mutilación sexual de las mujeres como parte de una tradición si se merece el calificativo de MACHISTA. Pero, por lo visto en la propaganda del viaje, no hubo una defensa de la libertad de las mujeres y eso es una actuación MACHISTA.
No sólo machista, se podría hablar de MISOGINIA CONSENTIDA el comportamiento de los que permiten estas costumbres.
Pero que no se molesten las parlamentarias progresistas y compañía, han salido en las portadas de los periódicos nacionales en su enconada defensa de la libertad de la vicepresidenta Fernández de vestirse como quiera. Se esperaba la misma defensa por su parte hacia la libertad de otras mujeres no a vestirse como quieran si no a la integridad de su cuerpo, parece que no va a llegar. Pero supongo que el próximo comentario de cualquier cura o monje católico sobre la largura de cualquier falda provocará la misma ira en ellas y volverán a salir en las portadas y a adormecer a las mujeres de éste país. Se trata de eso, de que no pensemos, ni siquiera sobre algo tan claro como la mutilación.... pues yo creo que se merece al menos una reflexión.
Durante el viaje reciente ¿de ayuda a las mujeres de África?, se ha repartido ayuda económica a ciertos países. Visto el periplo sería de esperar que se comprometiese que esta ayuda se destinara al desarrollo de la mujer en estos países, lo cual a todos nos parece bien.
El problema es la subordinación frente a los hombres, que comienza cuando se las mutila de tal forma que una vida sexual plena ya no es posible. Algo así debería encender las conciencias de todas las mujeres (es mi cuerpo-yo decido). La premio Nobel con la que se reunieron es una defensora de la ablación del clítoris ya que es parte de su tradición.
Este país, cuyo presidente de gobierno se declara feminista (acapara portadas, adormece a parte de la sociedad que prefiere no pensar en si sus hechos son feministas o no) defiende las ministras de cuota (seguimos sin pensar si tener ministras de cuota que sean las peores valoradas del gobierno es positivo) y el uso de las cuotas como discriminación positiva (como se define como positivo para que pararse a pensar en si lo es o no)
El pensamiento que defienda la mutilación sexual de las mujeres como parte de una tradición si se merece el calificativo de MACHISTA. Pero, por lo visto en la propaganda del viaje, no hubo una defensa de la libertad de las mujeres y eso es una actuación MACHISTA.
No sólo machista, se podría hablar de MISOGINIA CONSENTIDA el comportamiento de los que permiten estas costumbres.
Pero que no se molesten las parlamentarias progresistas y compañía, han salido en las portadas de los periódicos nacionales en su enconada defensa de la libertad de la vicepresidenta Fernández de vestirse como quiera. Se esperaba la misma defensa por su parte hacia la libertad de otras mujeres no a vestirse como quieran si no a la integridad de su cuerpo, parece que no va a llegar. Pero supongo que el próximo comentario de cualquier cura o monje católico sobre la largura de cualquier falda provocará la misma ira en ellas y volverán a salir en las portadas y a adormecer a las mujeres de éste país. Se trata de eso, de que no pensemos, ni siquiera sobre algo tan claro como la mutilación.... pues yo creo que se merece al menos una reflexión.
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