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10 de septiembre de 2008

Ibarreche, como Mojamé.

Aún nos acordamos de cuando el sultancito de Marruecos se quedó con las aguas del banco sahariano, propiedad de esos hombres del desierto que hablan español con orgullo y que fueron traicionados por los franquistas y, más recientemente, por los psociolistos españoles. Marruecos se dedicó a apresar uno día sí y otro también a los pesqueros españoles que faneaban en esas aguas, con la valiente respuesta del Gobierno español que ya conocemos.
Pues bien, estos días me he enterado de que las aguas de soberanía española son, nunca mejor dicho, papel mojado en los mapas de España. Vean la noticia que se publicaba hoy en la prensa de Santander:

Haciendo click en la imagen se agranda la portada del medio que la publica, y este otro enlace lleva a la ampliación de la noticia.

Boquiabierto quedé yo: hay que negociar con los corricolaris la pesca en el mar Cantábrico. Sí, sí, han leído bien, Ibarreche, el de le Pays Basque -así se llaman ellos-, igualico que Mojamé, dice qué barcos españoles, y cuáles no, faenan en sus aguas.

Los pescadores santanderinos están muy enfadados. Sin embargo, me temo que el Gobierno español hará con ellos como hizo en el caso del primo de su majestá.

En fin, que ya podremos responder a los regres cuando nos dicen eso de:
- Véis como España no se rompe.
- En efecto, no se ven grietas, pero pierde agua.