El luto es un derecho
El luto es un derecho, sí señor. El duelo tras la muerte de personas significativas para el doliente es un hecho natural, benéfico. Por ello, boquiabierto quedo al leer esta mañana lo que contaban las agencias y que Libertad Digital recogía así:«El Comité Olímpico Internacional ha denegado la petición del COE de izar la bandera española a media asta en la Villa Olímpica.»
Pero, ¿desde cuándo hay que pedir permiso para dar a la bandera de tu Nación el significado apropiado a los sentimientos de sus nacionales? Otrosí digo, ¿desde cuándo hay que acatar prohibiciones de extraños sobre la altura a la que debe ondear nuestra bandera?
No, no hay que acatar ninguna prohibición, fuera del ámbito estrictamente deportivo, que afecte a nuestros símbolos nacionales, y menos si proviene de esa panda ligeramente demócrata (¡puaaggggh!) donde moran príncipes de reinos de opereta y otros cualíicados especímenes humanos manifiestamente mejorables.
No hay que olvidar que ese Comité, tan oxigenable, durante años ejerció de mandamás el que en su día fuera Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, órgano encargado de las directrices deportivas de España en tiempos de Franco, y que dependía orgánicamente del Ministerio de la Secretaría General del Movimiento Nacional. Sí, hombre, ese ínclito catalán, Don Juan Antonio Samarach.