Lecciones de relax

Dice, hoy, un tal Millás en La Pravda Independiente de la Mañana que Rajoy cultiva la mala leche porque "es un hombre que cree profundamente en la amargura, en la caspa, en las tinieblas, en el crujir y rechinar de dientes."

¡Ojalá tuviera Rajoy la mitad de mala leche que le atribuye el reptil!(de los del fondo de los idem, ¡ojo! que a mi me gustan las lagartijas)

Además, yo saco dos conclusiones: una, que a los malos no les gusta que les canten las verdades del barquero o, como dice Amando de Miguel, las del taxista; dos, que, como les molesta, hay que hacerlo más a menudo.

Así que ya sabe, Don Mariano, a ponerse en plan gondolero y a darle a la glotis.

Y una pregunta: ¿tendrá caspa el Rey?

Bueno, otra: ¿por qué si son tan escatológicos, muestran tantos escrúpulos con la caspa? ¿y el yu-yu, cuánto tiempo hace que no oís a un progre (de los de latón) decir que algo le da yu-yu? Misterios insondables que darán múltiples quebraderos de cabeza a los paleoantropólogos del año 6969.

Y este juntapalabras acaba, en un alarde de descrispación deconstructiva, con todo un alarde de irutos: "Viva el rencor, la pena, viva el odio."