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30 de abril de 2006

Ejemplo de anestesia lingüística

Sabido es por todos aquellos a los que nos da por desconfiar de las verdades oficiales que, a diestro (el ABC y similares) y siniestro (casi todo el resto), reparten todos los altavoces que hacen el caldo gordo y el fino al Bobierno del Simplón de León, que estamos asistiendo a una desfiguración semántica programada, no confundir con la morfosintáctica, que, pobres pepiños, es involuntaria. La paz es claudicación, la nación son mil naciones, la legalidad es no es y, así, toda trapacería léxica ocupa páginas y voces.

Ayer el diario Expansión publicaba con gran tamaño de letra y a cuatro columnas:

Repsol implanta un código
ético para mejorar su imagen
El lector desprevenido, que sólo ve los titulares, piensa qué buena es Repsol que les va a decir a sus empleados que no tiren papeles al suelo y que bajen la tapa cuando vayan a a hacer pis. Pero yendo al interior, leemos que "Repsol YPF prohibe a sus empleados las donaciones políticas para conseguir favores" y, más adelante, "los empleados de Repsol YPF no podrán realizar ningún pago para obtener ventajas ilícitas"; "los empleados se comprometen a comunicar la información de forma veraz y que no pueda confundir"; "los empleados no obstaculizarán las peticiones de información por parte de funcionarios públicos".
¿De verdad hay que pedir a los empleados que no cometan delitos? A mi me suena más a excusatio non petita, accusatio manifesta.
¿De verdad no se le ocurre otro titular a Expansión? A mi, que de momento no me hace efecto la anestesia, se me ocurre alguno, que, incluso, creo que les haría vender más periódicos:
Repsol quiere acabar con las prácticas
ilícitas de obtención de favores políticos
* * * * *
- ¿quién fue?
- zETApé

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